Tenía mucho que ver y pocos días para poder empaparme de toda aquella preciosidad.
Una de las cosas que no hay que hacer es contratar excursiones mediante agencias, por lo menos las que incluyen Versalles. Es un consejo totalmente cierto. Me vendieron una excursion que incluía Versalles, paseo en bus por la principales avenidas de París, Torre Eiffel y paseo en barco por el Sena ( totalmente recomendable).
A las ocho de la mañana quedamos en la puerta de la agencia que se dedicaba a organizar excursiones. Nuestra guía era una tomadura de pelo...a ratos me indignaba de escuchar las tonterías que soltaba por aquella boca, no tenía ni idea de arte y durante su visita a Versalles demostró lo poco que sabía de historia. Lamentable. En realidad lo que más me indignó fue enterarme que sólo le íbamos dedicar a esa visita dos horas. ¡ Sólo dos horas! ¿ Estamos locos? En dos horas no da tiempo a nada, pero nada de nada...Encima topamos con una huelga de los trabajadores de allí, todo parecía en contra, total, que en lugar de dos horas fue una hora y media de visita a uno de los sitios más emblemáticos de toda Francia. Si a eso le unimos la pachorra de la guía, que no decía nada pero se enrollaba como una persiana comprenderéis por qué me fui por mi cuenta a recorrer parte del palacio, porque tenía intención de ver aunque fuera de lejos sus interminables jardines. Qué enormidad y qué opulencia...era comprensible que el pueblo se les sublevara, las riquezas que allí vi y la vidorra que se pegaban...
Durante la tarde visitamos la Torre Eiffel, pese a estar en temporada baja allí no se cabía...Sólo pudimos subir hasta el 2º piso ya que durante el invierno la parte alta de la torre cierra al público. Sólo ahí fue, desde las alturas, cuando me di cuenta de lo enormemente grande que es esa ciudad...
La última excursión del día estuvo dedicada a dar un maravilloso paseo con audio guía por el Sena. Aquello fue de noche, si tienen posibilidad de montar en barco ( os aseguro que no marea) hacedlo de noche. Ver la ciudad desde el río iluminada es algo que no os podéis perder, ver el Louvre, Notre Dame, la Torre Eiffel con sus destellos...Es algo que recordaréis toda la vida.
El día fue intenso, me quedé con pena de no haber podido pasear con tranquilidad por Versalles y sus jardines, en primavera debe estar precioso. De seguro la próxima vez que vaya a Francia será para quedarme en Versalles, aquello hay que verlo bien y para eso se necesita tiempo. Merecerá la pena el día que vuelva si sólo me dedico a visitar el Chateau.