Otro día más en el pais checo. Mi viaje casi daba a su fin, casi no quería pensar que al día siguiente volvería a casa…si es que cuando se está en un sitio bien…
Aquella mañana me levanté pensando que quería ver el museo, sabía que aquello me ocuparía toda la mañana pero ya veis, me pirran los museos y no me iba a ir sin ver aquel.
Era el Museo Nacional de Praga, situado en la Plaza de San Wenceslao con un estilo neorrenacentista. En su interior hay una importantísima colección que abarca desde el periodo cretácico hasta casi nuestros días. Sin duda una visita obligada a todos los amantes de las ciencias. Lo que más me impresionó del museo fueron los restos de dinosaurios…
La visita te ocupa algo más que toda la mañana, aquello es enorme y una que además lo va escuchando todo en el audioguía…jejeje.
Aquel mismo día por la tarde tenía decidido ir a la ópera. Vi Carmen de Bizet. La verdad es que cuanto menos fue curiosa la experiencia. Musicalmente dejaba mucho que desear…los solistas eran más bien de mediocres para abajo y el coro…un poquillo calante sobretodo en las voces agudas. Me hizo especial gracia la coreografía, creo que la coreógrafa, que era mujer, no tenía muy claro si Carmen era sevillana o rusa…los bailarines casi parecían que fueran a empezar a bailar El lago de los cisnes.
Allí hay funciones todos los días, el día anterior representaron La Traviata y al siguiente La Boheme. Tengo toda la impresión que allí las óperas salen como churros…porque con la que yo vi calidad…poca.
Aquella mañana me levanté pensando que quería ver el museo, sabía que aquello me ocuparía toda la mañana pero ya veis, me pirran los museos y no me iba a ir sin ver aquel.
Era el Museo Nacional de Praga, situado en la Plaza de San Wenceslao con un estilo neorrenacentista. En su interior hay una importantísima colección que abarca desde el periodo cretácico hasta casi nuestros días. Sin duda una visita obligada a todos los amantes de las ciencias. Lo que más me impresionó del museo fueron los restos de dinosaurios…
La visita te ocupa algo más que toda la mañana, aquello es enorme y una que además lo va escuchando todo en el audioguía…jejeje.
Aquel mismo día por la tarde tenía decidido ir a la ópera. Vi Carmen de Bizet. La verdad es que cuanto menos fue curiosa la experiencia. Musicalmente dejaba mucho que desear…los solistas eran más bien de mediocres para abajo y el coro…un poquillo calante sobretodo en las voces agudas. Me hizo especial gracia la coreografía, creo que la coreógrafa, que era mujer, no tenía muy claro si Carmen era sevillana o rusa…los bailarines casi parecían que fueran a empezar a bailar El lago de los cisnes.
Allí hay funciones todos los días, el día anterior representaron La Traviata y al siguiente La Boheme. Tengo toda la impresión que allí las óperas salen como churros…porque con la que yo vi calidad…poca.

2 comentarios:
Por lo que cuentas, parece que no nos podemos quejar por nuestras escuetas temporadas operísticas (hablando de cantidad) porque al menos mantienen un mínimo de calidad musical, incluso cuando la obra no es para tirar cohetes. Bueno, parece que ese fue tu primer día viendo algo "alegre". ¿Te sentiste rara? :P
Aaadios
Sí...te tenía que haber llevado conmigo para torturarte jajjaja.
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